Pintor español, Miró nació el 20 de
abril de 1893 en Barcelona, estudió en la Escuela de Bellas Artes y en la Academia Galí. Sus
obras recogen motivos extraídos del reino
de la memoria y el subconsciente con gran fantasía e imaginación, y que se
hallan entre las más originales del siglo XX.
Su obra anterior a 1920 muestra una
amplia gama de influencias, entre las que se cuentan los brillantes colores de
los fauvistas,
las formas fragmentadas del cubismo y las bidimensionales de los
frescos
románicos catalanes. En 1920 se trasladó a París, encontrándose con
Pablo Picasso, donde, bajo la influencia de los poetas y escritores
surrealistas, fue madurando su estilo. Miró arranca de la memoria, de la
fantasía y de lo irracional para crear obras que son transposiciones visuales
de la poesía surrealista. Estas visiones oníricas, como El campesino catalán de la guitarra, El carnaval del arlequín (1925) o Interior holandés (1928), a menudo comportan una visión humorística
o fantástica, conteniendo imágenes distorsionadas de animales jugando, formas
orgánicas retorcidas o extrañas construcciones geométricas. Las composiciones
de estas obras se organizan sobre neutros fondos planos y están pintadas con
una gama limitada de colores brillantes, especialmente azul, rojo, amarillo,
verde y negro. En ellas se disponen sobre el lienzo, como de modo arbitrario,
siluetas de amebas amorfas alternando con líneas bastante acentuadas, puntos,
rizos o plumas.
Posteriormente, Miró produjo obras más
etéreas en las que las formas y figuras orgánicas se reducen a puntos, líneas y
explosiones de colorido abstractos. Volvió a España en 1940. Miró también
experimentó con otros medios artísticos, como grabados y litografías,
a los que se dedicó en la década de 1950. También realizó acuarelas, pasteles,
collages, pintura sobre cobre, escultura, escenografías teatrales y cartones
para tapices. Sin embargo, las creaciones que han tenido una mayor
trascendencia, junto con su obra pictórica, son sus esculturas cerámicas, entre
las que destacan los grandes murales cerámicos La pared de la Luna y La pared del Sol (1957-1959) para el
edificio de la UNESCO
en París y el mural del Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid. En la
actualidad su producción puede contemplarse en la Fundación Joan Miró en Barcelona y en los principales
museos de arte contemporáneo de todo el mundo.
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