miércoles, 1 de febrero de 2012

Rembrandt - Biografía


Rembrandt Hamerszoon van Rijn / 1606 – 1669

Pintor holandés. Hijo de un molinero cuyo molino se alzaba cerca del Rin –de ahí el sobrenombre de Van Rijn-, ingresó en la Academia de Leiden, después fue alumno de Jacob van Swanenburgh y, ya en Amsterdam, de Pieter Lastman y de Jacob Pijnas. A través de ellos recibió la influencia del realismo romano inspirado en el luminismo de Caravaggio. En 1626, junto con Jan Lievens, abrió en Leiden un taller al que acudieron los primeros aficionados a su pintura. En 1632, se instaló en Amsterdam, donde pintó, sobre todo, escenas bíblicas de grandes contrastes luminosos. La lección de anatomía del profesor Tulp (1632), fue su primera obra maestra. Dos años más tarde, en 1634, contrajo matrimonio con la joven prima de su marchante Van Uylenburgh, Saskia de nombre,  a quien retrató en numerosas ocasiones: Rembrandt bebiendo con SaskiaSaskia con sombreroSaskia como FloraSaskia.
De esta época data también su Artemisa, reina de Pérgamo. En 1639 se instaló en una casa contigua a la de Van Uylenburgh y que hoy se halla convertida en museo (Rembrandthuis). Saskia fue la personificación de este período glorioso de la vida del pintor durante el cual se multiplicaron los encargos. Hombre apasionado, orgullosos de su mujer y de su arte, Rembrandt dio muestras de la violencia y de la inestabilidad de su temperamento. Llevaba una vida fastuosa, coleccionaba cuadros y frecuentaba el trato de humanistas, teósofos, hombres de ciencia y rabinos; además leía con frecuencia la Biblia que le inspiró muchas de sus telas: la serie de escenas de La Pasión pintada pada Federico de Orange-Nassau, Sansón amenazando a su suegro, El banquete nupcial de Sansón, etc. Además de los ya citados retratos de Saskia, pintó otros muchos de su madre.
En 1641 nacía Titus, su hijo; pero, por desgracia, al año siguiente moría Saskia. Si el dolor de Rembrandt fue enorme, no por ello menguó su genio creador. Huyendo de Amsterdam, deambuló por el campo, donde dibujó o grabó los cielos inmensos, los horizontes sin límites; además dio fin a uno de sus cuadros más famosos: La ronda nocturna, en el que, con mano magistral, transforma en escena épica un hecho trivial. Sin embargo, este cuadro ni fue bien acogido por la milicia ciudadana, que lo había encargado, ni por el público en general, lo que afectó a Rembrandt profundamente. De otra parte, la burguesía puritana de Amsterdam le acusaba de haber tomado como amante al ama de cría de su hijo, una joven viuda, llamada Geertje Dircks, a la que hacía posar, como antes hiciera con Saskia, para sus cuadros: La sagrada familia de la cuna de mimbre, Susana y los viejos.
En 1649, Hendrickje Stoffels pasó a ocupar el lugar de Geerte Dircks; esta vez el escándalo fue total: cesaron los encargos y Rembrandt se enfrentó con la soledad y la pobreza. Durante este período grabó al aguafuerte una de sus obras maestras: Las tres cruces.
Al fin, tres años más tarde, es decir en 1656, un encargo vino a sacarlo del aislamiento en que la hipocresía de sus conciudadanos le había confinado: La lección de anatomía del profesor Jean Deyman. Sin embargo, como las preocupaciones materiales continuaran, se dedicó a pintar numerosos autorretratos (se conocen más de sesenta), cada uno de los cuales señala una etapa de su existencia (a veces dolorosa, a veces triunfal, pero siempre apasionada, hasta llegar al extraordinario:Rembrandt riendo (1663), soberbio desafío que un anciano a las puertas de la muerte lanza contra su destino.
Su amor por Hendrickje (quien en 1654 le dio una hija: Cornelia) atenuó un tanto las dificultades entre las que el pintor se debatía. Hacia 1658 pintó David tocando el arpa para Saúl, El combate de Jacob con el ángel, Tobías y el ángel, Moisés rompiendo las tablas de la ley.
Acosado por las deudas Rembrandt tuvo que vender sus bienes y abandonar su casa, yendo a alojarse en los suburbios.
En 1660 Hendrickje y Titus abrieron una tienda de arte para ayudarle a vivir. Envejecido antes de tiempo, conservó, no obstante, todo su genio y así lo prueban La conjuración de Claudius Civilis, y Los síndicos de los gremios de pañeros. Pero en 1663 murió Hendrickje, y luego, a los seis meses de su boda, Titus.
Rembrandt sobrevivió un año a tales desgracias; murió en 1669, tras haber pintado sus últimas obras maestras: La novia judía y El regreso del hijo pródigo.
Su obra, a la que el conflicto entre la sombra y la luz, nimbada ésta con resplandores de oro, confiere una espiritualidad mágica, constituye una intensa búsqueda del alma, de esa alma cuyo reflejo se lee en los rostros, en especial en el suyo propio, al que interrogó con ansiedad, como no dejó de interrogar a dios a través de la Biblia y del drama del calvario, donde el pintor se pintó a sí mismo al pie de la cruz. Sus dibujos y sus grabados expresan también, con sus vigorosos negros, esa apasionada búsqueda de las cosas y del interior de los seres en el fondo de sus cuadros.


Diccionario Universal del Arte
Argos-Vergara

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