5 - Conclusiones
La imagen, fin de una
historia. Ficción encerrada en la imagen, imagen abierta sólo hacia aquello que
a partir de entonces se repite incansablemente. ¿Qué es fotografiar? Es
terminar un relato, saber cómo interrumpir, anudar el lenguaje sobre una
historia conocida, imaginar la página poética necesaria en ese momento.
La fotografía posee la
aptitud de expresar los deseos y las necesidades de las capas sociales
dominantes, y de interpretar a su manera los acontecimientos de la vida real.
Walter Benjamin afirma que la naturaleza que habla a la cámara es distinta de
la que habla a los ojos; distinta sobre todo porque un espacio elaborado
inconscientemente aparece en lugar de un espacio que el hombre ha elaborado con
conciencia.
Juan Preciado es un fotógrafo
de su micro mundo. El narrador omnisciente, un fotógrafo del macro mundo de
Pedro Páramo. Y Juan Rulfo, cámara y pluma en mano plasma la realidad de su
propia visión.
Toda variación en la
estructura social -señala Gisèle Freund- influye tanto sobre el tema como sobre
las modalidades de la expresión artística.
La fotografía debe ser
hija de una época de intensa búsqueda de certidumbres, una época de recurso
al detenimiento, de ansiosa
paciencia y cultivo de la mirada. El ámbito de la imagen es uno de los frentes
en la fundación de la realidad, una demanda científica, política, técnica y,
desde luego, utopista por una realidad inteligible y rectificable; sólo una luz
así sobre el mundo posibilitará tal atención hacia la luz. La fotografía cuida
ese fuego.
El autor no se ha
acercado a este cometido como erudito, aconsejado por los teóricos o por los
investigadores sociales, sino desde una observación inmediata. Sin duda que fue
ésta una observación sin prejuicio, incluso audaz, pero delicada, y al mismo
tiempo, en el sentido de la frase de Goethe, "hay una experiencia
delicada, identificada tan íntimamente con el objeto que se convierte por ello
en teoría".
Yoon Bong Seo
Universidad de Guadalajara
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