Rafal Olbinski
Nacido en Polonia y formado en el
Departamento de Arquitectura del Colegio politécnico de Varsovia. Artista polaco que en 1982 emigró a los
EE.UU., donde trabajó como pintor, ilustrador y diseñador. Desde 1985 ha sido profesor en la
Escuela de Artes Visuales de Nueva York.
Ha recibido más de cien importantes
premios incluyendo las medallas d Oro y Plata del Club de Directores de Arte de
Nueva York y también las medallas de Oro y Plata de la Sociedad de Ilustradores
de Nueva York y Los Angeles.
Respecto
a su obra, Olbinski agrega
humor y surrealismo para
crear escenas sorprendentes. Es
divertido ver su personal
interpretación de objetos cotidianos, que consigue
manipular nuestros ojos y cerebro creando ilusiones
ópticas impresionantes.
También es interesante ver cómo
predomina la figura femenina en todas sus pinturas.
Comentando
la exposición realizada en el Palacio de la Cultura y de la Ciencia de
Varsovia, la crítica del diario "Rzeczpospolita", Monika Malkowska,
decía:
"Los carteles y los cuadros de Rafal Olbinski se los puede ver
muchas veces, sin temor de aburrirse. El artista maneja una técnica admirable,
sabe pintarlo todo con una fidelidad fotográfica, con maestría. A despecho de
la costumbre muy extendida en la actualidad, cada proyecto lo realiza a mano,
sin la ayuda del ordenador. No es extraño pues que tenga un fiel público en países
como Estados Unidos, Alemania y Polonia. Pinta, colabora con teatros y
revistas. En la exposición retrospectiva en el Palacio de la Cultura y de la
Ciencia están representados todos los géneros de su arte. En uno de los
carteles de Olbinski, realizado para la película "Picasso", el genio
del arte del siglo XX aparece tomando vino con una "señorita de Avignon",
protagonista de su famoso lienzo, deformada según mandan los principios del
cubismo. Es la única muchacha presentada por el artista polaco de cuya belleza
no puede decirse nada positivo. Las demás señoritas, con sus encantos más o
menos camuflados, tientan descaradamente al espectador. Salta a la vista que el
autor de estos retratos conoce bien los recovecos del alma femenina. Cada
mujer, por decente que sea, suena con un amante cariñoso, parece decir Olbinski
con sus cuadros y, por suerte, expresa esta banal verdad con gran refinamiento.
Una de las mujeres "se está bronceando" a la luz de la luna, apoyando
sus pies en su hoz de plata; otra galopa montando un caballo puesto sobre el
aparato gimnástico llamado potro; una tercera esta vagando por un laberinto de
la baraja de corazones sin poder dar con su pareja".
Me gustaría saber precio de las obras principales del artista
ResponderEliminarPor ejemplo la estrneñera o extranjera.
ResponderEliminarDonde de pueden ver precios de las obras
ResponderEliminarCuando murió
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