PINTOR Y ESCULTOR ESPAÑOL
Obra – Guerra
Civil española – Segunda Guerra Mundial
Aunque sin un compromiso transparente con el drama que se estaba
desarrollando en España, debido a la Guerra Civil, Dalí no pudo dejar de sentir
en su pintura la tensión del momento que se avecinaba y el horror de una
contienda entre hermanos. Su Construcción
blanda con habichuelas cocidas: premonición de guerra civil, del año 1937,
se venía ya anunciando en composiciones o bocetos anteriores del pintor, que
datan del año 1934, y que dan forma visual a toda la tensión acumulada en la
sociedad española de la época, al igual que ocurre con su otra obra Canibalismo de otoño, del año 1936-37.
En el año 1937 pintó El enigma de
Hitler, obra en la que el pintor mostró el rumbo ético a partir del cual
Dalí interpretaría al mundo circundante. Dalí tomó el auge del
nacionalsocialismo alemán tan sólo por el camino estético, morboso, sin mostrar
ninguna significancia política. En El
enigma sin fin, del año 1938, Dalí hizo, si cabe, su composición
anamorfósica más compleja y delirante. La tela muestra a Freud, Gala, un perro,
un caballo, una figura acostada, una mandolina y otras múltiples formas,
entrelazándose sin solución de continuidad sobre el escenario del paisaje. Es
un auténtico delirio paranoico-asociativo llevado a sus últimas consecuencias.
La importancia de la obra se demostró en las numerosísimas versiones de la
obra. Con Atómica melancolía,
pintada en el año 1945, Dalí mostró una
de las pocas miradas conmovidas del espectáculo aterrador del conflicto. La
pintura alude directamente a los bombardeos nucleares y a sus consecuencias en
la población civil indefensa. La alusión al béisbol lo es hacia Norteamérica;
las esferas que revientan como bubones pestilentes hacen referencia a los
mismos hombres. Finalmente, el rostro melancólico de la figura central compone
sus rasgos con la silueta de un bombardeo, envuelto en un clima de destrucción
total, con el reloj-tiempo convertido en sexo dolorido. El cuadro parece ser
una especie de altar dedicado a la desaparición del género humano. Es quizá
esta época la del Dalí más pesimista y retraído.
La granada fue siempre una fruta cuya imagen constituyó para Dalí una
constante inquietud, como así lo demuestra su obra, del año 1944, Sueño causado por el vuelo de una abeja
alrededor de una granada, donde es el propio interior el que se abre
totalmente, es el sexo que libera las pasiones escondidas y que muestra la
voracidad, la ferocidad y el frío puntual de una penetración hiriente sobre la
conciencia oculta.
En la trayectoria daliniana La
cesta de pan, pintada en el año 1945, señaló un reencuentro con el origen y
con la tradición intemporal. Es a partir de esta época cuando su pintura
recupera el rigor descriptivo y la verosimilitud, alejándose momentáneamente de
las deformaciones surrealistas. Leda
atómica, pintado en el año 1949, es un retrato idolátrico de Gala, obra
capital de este momento de transformación, tras el que su pintura rastreará los mitos del mundo clásico, del pensamiento
geométrico y simbólico de los renacentistas, del rigor de las leyes ópticas,
simbolizadas de alguna manera por esas lentes planoconvexas. Su amada Gala,
definitivamente, se había convertido en el único referente moral y religioso
del pintor. Dalí se vuelca con verdadero fervor en lo místico y lo clásico, como en la obra La Virgen de Port Lligat, del año 1949, que no es sino un retrato
preciso de su venerada Gala, idolatría de lo real por un lado, mórbida
sexualización de lo religioso por otro, en una arriesgada fusión de conceptos
contrarios. Su Cabeza rafaelesca que
explota, del año 1951, es uno de los mejores ejemplos de este uso de elementos
simbólicos de la deslumbrante cultura del Renacimiento italiano. La
cabeza es transparente y vemos centrifugarse un interior que alude a la cúpula
de media naranja con casetones, elemento crucial del pensamiento arquitectónico
de los grandes clasicistas.
Dalí, imbuido en un ambiente clasicista y místico, nunca olvidó por
completo sus veleidades surrealistas, como en el caso de su explosivo cuadro Joven virgen autosodomizada por los cuernos
de su propia castidad, del año 1954, donde retomó el tema de la muchacha
asomada a la ventana, pero con una carga de erotismo espectacular. El tema del
cuerno de rinoceronte, con tradición popular de sustancia afrodisíaca, le sirve
para una carambola visual entre muslo-cuerno-pene-masturbación anal-flotación en
el espacio. Es una especie de contragolpe irónico en tiempos de ese catolicismo
imperial y monárquico con que provocaba al público en la definición de sí
mismo.
En el año 1954 pintó su Crucifixión,
Cuerpo hipercúbico, obra en la que
demostró una impecable realización de virtuosismo académico. Es un Cristo
espacial y profundo, flotando sobre una cruz obsesivamente geometrizada. Gala
aparece al pie del calvario, superponiendo sobre sí misma los papeles de Virgen
y de San Juan Evangelista en una especie de sintetización bisexual.
La idea de la muerte siempre estuvo presente en el ideario estético e
intelectual de Dalí. En el año 1954 pintó El
cráneo de Zurbarán, homenaje al gran pintor extremeño, entroncando más aún
con las constantes del misticismo
tradicional español, cuyos tópicos explotaba Dalí descaradamente durante
estos años. En Retrato de mi hermano
muerto, del año 1963, Dalí pintó
a su hermano, muerto antes de que él naciera, transformándolo también en un
mito sobre el que refleja la región de la muerte, doblemente angustiosa, porque
significa la desaparición de aquello que ni siquiera se ha conocido.
Miguel Cabañas Bravo - Consejo Superior de Investigaciones Científicas –
Enciclonet.
Canibalismo de otoño 1936 / 1937 |
El enigma de Hitler 1937 |
El enigma sin fin 1938 |
Construcción blanda con habichuelas cocidas - Premonición de la Guerra civil |
Sueño causado por una abeja alrededor de una granada 1944 |
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