domingo, 12 de agosto de 2012

Una disciplina analítica - 1919/1922 - Wassily Kandinsky


Los años que pasa en Rusia antes de volver, en 1921, a Alemania para incorporarse a la Bauhaus, no son muy producti­vos en cuanto a cantidad de obras. Kandinsky está muy ocu­pado con sus nuevas responsa­bilidades en la administración cultural y artística emanada de la Revolución de Octubre; sin embargo, los cuadros de este periodo muestran cambios sig­nificativos. A pesar de sus dife­rencias con las grandes corrientes de la vanguardia revolucionaria rusa, su eco se acusa claramente en el proceso de sistematización analítica a que somete el color desbordado de la época de El Jinete Azul.
Es como si Kan­dinsky quisiera sujetar, discipli­nar las masas de color por medio de la forma. Siempre hay un ele­mento -un óvalo, un círculo-que focaliza la composición, y a menudo se recurre a trapecios -u otras formas geométricas superpuestas en diagonal al for­mato- que animan la superficie pictórica y delimitan el tema del cuadro. Se trata del famoso «elemento distintivo», tan habi­tual en la pintura de Malévich y los suprematistas.

En el gris. 1919
El caos cromático empieza a organizarse: dos manchas rojas y otra negra en el centro de la tela anuncian la preferencia por las tensiones diagonales. Los trazos negros y las formas filamentosas recuerdan todavía el lenguaje de los cuadros de Munich.


En el gris - 1919

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